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La que se avecina
La que se avecina
Temporada
Séptima temporada
Número del episodio
7x01
Fecha de emisión
2 de diciembre de 2013
Número de espectadores
4.695.000

Una tubería podrida, un chatarrero conceptual y el primer montepinariano puro es el primer episodio de la séptima temporada de La que se avecina y el octagésimo primero de la serie.

Argumento[]

Tras pasar unos meses en Brasil, Enrique Pastor regresa a Mirador de Montepinar dispuesto a reconciliarse con Judith, su esposa, y recuperar la vida que tenían. Lo que el concejal de juventud y tiempo libre no sabe es que al llegar a su casa se encontraría con que su mujer no estaba siquiera viviendo allí, pues se encuentra en EE.UU. con su hermana Ingrid pasando en Chicago sus últimos meses de embarazo, y en su lugar, en el Ático A de Mirador de Montepinar se encuentra con Rebeca Ortiz, una abogada matrimonialista muy amiga de Judith que vive alquilada en casa de la psicóloga. Tras el chasco inicial, Enrique decide relevar a Araceli como presidente de la comunidad para olvidarse del mazazo sentimental, lo que la mística propietaria del Bajo B acoge con alegría y regocijo tras 9 meses de pesadilla como "presidenta de paja". Tras intentar, primero engañar a la astuta abogada con una derrama trampa que tendría que pagar Judith, y luego intentar ligársela para darle celos a Judith, Enrique se encuentra con que el único interés que Rebeca tiene en el es que se estudie los papeles del divorcio remitidos por Judith desde Chicago, pues Rebeca llevará el proceso de divorcio entre Judith y Enrique iniciado por la psicóloga.

Y no es la única pareja que se derrumba, pues Antonio y Berta, que cumplen sus bodas de plata, viven su matrimonio en horas bajísimas; sobre todo cuando Antonio decide convertirse en el delfín (vicepresidente) de Enrique Pastor. Berta intenta organizar una cena romántica, pero Antonio, inmerso en los asuntos de la comunidad, acude con Coque al punto limpio para robar una tubería podrida. Tras eso, Antonio llega a la cena con su mujer tarde, con un regalo chapucero y deplorable recogido del mismo punto limpio y acompañado del conserje, lo que provoca la ira de Berta, que se va del restaurante precipitadamente. Cuando  mayorista, beata y conserje vuelven en coche a casa, atropellan a Josefina, la matrona de Lola, que iba en bicicleta a Montepinar a atender el parto de Lola. Al llegar, Berta sube llorando a casa mas decepcionada que nunca y pensando seriamente en el divorcio.

En la ruina absoluta. Esta es la nueva situación de Los Cuquis. Okupando el piso de Izaskun, sin nada y obligados a dejar a sus hijos viviendo con Begoña, la madre de la cuqui; Amador y Maite se vieron obligados a vender sus alianzas para comprarse una furgoneta y ejercer de... ¡chatarreros! Sin saber como hacer para sacarle partido a este complicado negocio, Vicente y Leo instan a Amador a que se haga artista conceptual y haga esculturas conceptuales con chatarra para salir de la ruina económica que vive. Tras probar a vender sus excéntricas creaciones, Amador da con Ramiro, un crítico de arte conceptual columnista del periódico El Mundo. Ante la gran oportunidad que se le presenta, el cuqui invita a Ramiro a "su taller" (o sea su casa, el 2ºA) para enseñarle sus obras, pero Ramiro es gay y solo pretendía liarse con Amador, a lo que este reacciona echándole de su casa y dando al traste con la oportunidad de promocionar sus obras.

Mientras tanto, en el Ático B, Javi y Lola esperan el nacimiento de su hijo, pues Lola ya está embarazada de 39 semanas. Fermín espera con impaciencia el momento de ser abuelo, justo al contrario que Estela. La extravagante vedette sigue horrorizándose solo de pensar en ser abuela "tan joven". Y como problema añadido: Lola se ha empeñado en llevar un embarazo de lo mas natural y quiere acabarlo de la misma manera: pariendo en casa. Para ello contrata a Josefina, una mujer pequeñita, oronda y con marcado acento flamenco, que presume de haber traido al mundo a varios cientos de "bebitos". Pero llegado el momento del parto, Josefina no puede asistir, pues Antonio Recio la atropelló con el coche y la familia de Lola debe encargarse de atender el parto de la joven actriz, que termina con Fermín y Estela recibiendo con alegría (ambos) a su nieta.

Imágenes[]


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